Se trata de situar a quien consulta como centro de su propio proceso de aprendizaje vital , basándonos en el principio según el cual, todos tenemos una tendencia positiva al crecimiento personal y a la resolución de nuestros problemas.

Haciendo énfasis en la empatía, aceptación, honestidad y congruencia, despejamos el camino y es el cliente / paciente, quien determina sus opciones, alternativas y soluciones.

El foco se centra en la relación y en la persona que solicita apoyo, independientemente de técnicas y teorías. Al situarme en el lugar de quien consulta, proporciono recursos para movilizar sus emociones, cuestionarse, contactar con sus sentimientos y generar estrategias y soluciones que le devuelvan su bienestar.

Te escucho y te leo, dejo que todo resuene en ti y te invito a que sientas , pienses y pongas todo tu esfuerzo en explorar tu situación y encontrar respuestas tangibles y de aplicabilidad inmediata.